A diferencia de lo que instalan desde hace semanas los medios de comunicación en Argentina en relación con la pesada mochila que recibe Macri de parte del Gobierno saliente, es preciso recalcar algunas cuestiones que en realidad no hacen más que confirmar esa teoría, pero cuando señalamos el término “pesada” desde nuestro punto de vista nos referimos a todas las conquistas e indicadores que en estos 12 años el Gobierno peronista de Néstor Kirchner y Cristina Fernández luego han alcanzado.
Antes de sintetizar algunos indicadores es necesario insistir
también que no todo es color de rosas, sino que la administración del Estado en
los últimos años tuvo acciones desacertadas sumadas a un contexto regional e
internacional desfavorable, con un Brasil, el principal socio comercial
sumergido en una caída constante de su actividad, devaluaciones y
conflictividad sociopolítica permanente. Se presume para 2015 una caída en su
economía superior al 4%.
Ahora bien, en este periodo se han producido
transformaciones estructurales que obviamente por el escaso tiempo en términos
de lo que necesita un país es imposible de alcanzar pero no dejan de ser
históricamente importantes.
En el lapso 2003-2015 cabe mencionar que la industria
creció un 102%, el agro un 97% y el desempleo bajó a una de las tasas más bajas
en el mundo alcanzando el 5,9% conforme la última medición del INDEC y del 7,2%
acorde indica la consultora de Orlando Ferreres, ferviente opositora a la
administración saliente. Además, conforme los datos del Estudio Bein el PBI
desde 2011 a esta parte ha registrado las siguientes variables: 2011 +7%, 2012
+0,8%, 2013 2,9%, 2014 -2,5 y previsto para el 2015 un +1,5% alcanzando un
total desde 2003 del 92%.
Asimismo, hubo récords en la compra de automóviles,
aires acondicionados, vacaciones en el país y en el extranjero. La construcción
fue uno de los motores fundamentales del crecimiento y de la generación de
empleo acompañada por políticas activas como fue el PRO.CRE.AR. Si bien todo
esto parece poco, es sólo una parte de las tantas acciones de crecimiento que
se lograron, igualmente no fueron suficientes para persuadir a la mayoría del
electorado que eligió “un cambio”; pero muchas veces sin profundizar en que,
los cambios no sólo son buenos, sino que pueden ser negativos y extremadamente
peligrosos.
La nueva gestión de Macri en los pocos días que lleva
parece hacer eco de los cuidados en las “formas” haciendo reuniones y fotos con
la mayoría de los actores políticos del país, pero por otro lado, el nuevo
Ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, quién ya presentó para su aprobación a
EEUU el nuevo paquete económico diseñado para Argentina, trabaja en las sombras
conjuntamente con un equipo integrado por Carlos Melconian en el Banco Nación, actor fundamental del vaciamiento del Estado en la última etapa
de la dictadura y Federico Sturzenegger en el BCRA, protagonista de los hechos de corrupción más
inescrupulosos de la historia, poco comunicados como fueron el blindaje y el
megacanje en el Gobierno de Fernando De la Rúa; con lo cual se deduce que de nuevo estos no tienen nada,
sino que los mismo actores que entregaron el país sumado a los CEOs de las multinacionales
más hostiles a los intereses del Pueblo, son quienes tienen de aquí en más el
manejo del Estado.
Todos estos indicadores no hacen más que confirmar que
la supuesta teoría del miedo endilgada desde la corporación comunicacional
tristemente era una realidad concreta que se estaba pergeñando y que muchos no
quisieron oír.
La inflación del 2015 hasta la realización del
balotaje venía siendo la más baja en años dado que el control de los precios
había sido efectivo en muchos casos marcando una tendencia aproximada del 14% para
el INDEC y del 24% a octubre 2015 para el índice de precios al consumidor
medido por las provincias, pero desde el triunfo el 22 de noviembre de
CAMBIEMOS se produjo una disparada de precios que ronda el 5% mensual lo cual
es un golpe muy duro al bolsillo de los argentinos que venían ganándole a la
inflación con las paritarias 2015. Aquí es imprescindible comentar que los
poderes comunicacionales y sectores de la oposición tratan de instalar que
estos indicadores son producto de las políticas de Cristina. Cualquier
ciudadano con sentido común y con conocimientos básicos de economía puede
discernir la influencia que tienen las expectativas en la conformación de los
precios, esto significa que si el espacio triunfante en las urnas venia
proponiendo en la campaña eliminar el CEPO, reducir y sustraer retenciones y
devaluar nuestra moneda llevando el dólar incluso hasta $16 es donde el
empresariado acude a dos cuestiones: la especulación y la protección de sus
stocks esperando que se produzca el nuevo escenario anunciado para poder quedar
airosos en la fuerte transferencia de ingresos que habrá desde los sectores
populares hacia la clase dominante. La historia se repite al igual que en
muchas ocasiones, pero parecemos no haber aprendido nada y las consecuencias
serán inevitables.
Hoy, todo indica que la Patria está en grave peligro y
sólo la organización popular que colmó de Pueblo el 9 de diciembre la
histórica Plaza de Mayo más los arrepentidos que vayan apareciendo ante las
primeras medidas antipopulares serán quienes enarbolen la bandera de la
resistencia y de la lucha para proteger lo alcanzado en este tiempo y para evitar
que el poder económico-financiero y el político actualmente unificados vulneren la dignidad de un Pueblo que batalló décadas para alcanzarla.
Juan Pablo Enriquez
Centro de Análisis de la Realidad Argentina
Paraná - Entre Rios
14122015