Compatriotas, como todos sabemos estamos siendo bombardeados a diario por una batería de medios de comunicación, que crean un discurso dominante, el cual se instala en la mayoría de las agendas mediáticas, y desde hace meses, sino años, este discurso no ha sido otro que los reiterados hechos de corrupción de funcionarios del kirchnerismo; allegados al mismo; y hasta de quien fuera nuestra presidenta hasta el mes de diciembre pasado.
Por otro lado somos conscientes de que la política es la mayor y más formidable herramienta para transformar y mejorar la vida de los pueblos, y es por esto que nos preguntamos ¿es posible que estos medios de comunicación dominantes, que nos agobian día a día con sus relatos de la corrupción “k”, tengan como objetivo vaciar de contenido a la política, y así evitar hablar de las cosas realmente importantes?
Creemos que los hechos de corrupción de funcionarios públicos deben ser severamente juzgados y penados por la justicia, pero de ninguna manera ocupar el centro de la escena. Esto ha llevado a un empobrecimiento del debate político y está siendo usado como cortina de humo para ocultar el verdadero propósito del actual gobierno, el cual no es otro que cambiar el esquema de distribución de la riqueza conseguido durante estos últimos años, buscando pasar de una distribución más equitativa del ingreso nacional a un esquema regresivo y concentrado, el cual implica la expoliación de recursos desde las clases medias y bajas, y del sector asalariado y jubilado, para dárselas a las clases altas, oligárquicas y al capital concentrado tanto local como internacional.
En el año 2003 la participación en el ingreso nacional por parte de los asalariados correspondía al 31.3 por ciento, y hacia fines del 2013 se ubicó aproximadamente en el orden del 40 por ciento o más, llegando así a los niveles históricos más altos. Datos tomados de informes elaborados por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA).
Si bien no hay datos actuales de este indicador, se espera que como consecuencia de las medidas implementadas por el Macrismo, tales como tarifazos, devaluación brusca de la moneda, quita de retenciones, etc., se haya empeorado notoriamente este indicador y a un ritmo sin precedentes si consideramos los tan solo 8 meses de gobierno.
En Argentina esta disputa sobre la distribución de la riqueza es muy intensa y pudo ser neutralizada en distintos momentos históricos como por ejemplo con los bombardeos en plaza de mayo, o con dictaduras y proscripción, o con dictaduras; desaparición; muerte y represión. Pero luego ya no hizo falta neutralizar la puja distributiva con militares y dictaduras, sino que se llevaron adelante procesos tales como los golpes de mercados e hiperinflación lo cual significó un disciplinamiento social para poder aplicar medidas totalmente regresivas. Actualmente este proceso de reconfiguración en la distribución del ingreso, se ha podido lograr con la desinformación de los medios dominantes hacia la población, con la connivencia del poder judicial y con el discurso oficial en el que se acusa de que la culpa de todos los males son causados por la herencia recibida del gobierno anterior.
Creemos que el objetivo social a alcanzar es el bienestar y la paz de los argentinos los cuales están directamente ligados a la magnitud de la distribución de la riqueza generada entre el factor trabajo y el factor capital, por lo cual nos circunscribimos a las palabras, que en 1973, expresara el entonces presidente Juan Domingo Perón, el cual dijo respecto de las ganancias: "El gobierno se ocupará de que sean distribuidas con justicia entre todos los que la producen. Sin colateralismos y sin ninguna ficción. Fifity y fifty, como dicen. Mitad y mitad.
Cristián Frank